En un solitario altar de la patria
Lúgubre, olvidado, subversivoAl lado de Túpac Amaru
El busto de Juan Santos Atahualpa
Nadie sabe si lo mataron
Perseguido
Pretendió un Perú indígena soberano
Hoy en San Ramón, en la selva peruana
No lo olvidan
Un colegio de niños lleva su nombre
Y voces claman desde el fondo de la jungla
Una voz, a una voz, a centurias
Voces olvidadas, desaparecidas, dormidas
La voz de Juan Santos Atahualpa
Que trataron de silenciar y minimizar
Que subvirtió ese Perú cortesano
Tan acostumbrado a la explotación
Tan acostumbrado a no dudar
Ese que sangra como la shiringa
Juan Santos Atahualpa subvirtió al Perú
Desagusanó lo agusanado
Cambió el orden
Porque un subversivo no es un terrorista
No son sinónimos, no son lo mismo
En todas las voces a una sola voz
El terror es la muerte, la subversión es la vida
Imposible no ser subversivos
Como Juan Santos Atahualpa
Imposible no ver la sangre en la tishelina