JUAN SANTOS ATAHUALPA

 

En un solitario altar de la patria 

Lúgubre, olvidado, subversivo

Al lado de Túpac Amaru  

El busto de Juan Santos Atahualpa 

Nadie sabe si lo mataron 

Perseguido 

Pretendió un Perú indígena soberano 

Hoy en San Ramón, en la selva peruana 

No lo olvidan 

Un colegio de niños lleva su nombre 

Y voces claman desde el fondo de la jungla 

Una voz, a una voz, a centurias 

Voces olvidadas, desaparecidas, dormidas 

La voz de Juan Santos Atahualpa 

Que trataron de silenciar y minimizar 

Que subvirtió ese Perú cortesano 

Tan acostumbrado a la explotación 

Tan acostumbrado a no dudar 

Ese que sangra como la shiringa 

Juan Santos Atahualpa subvirtió al Perú 

Desagusanó lo agusanado 

Cambió el orden 

Porque un subversivo no es un terrorista 

No son sinónimos, no son lo mismo 

En todas las voces a una sola voz 

El terror es la muerte, la subversión es la vida 

Imposible no ser subversivos 

Como Juan Santos Atahualpa 

Imposible no ver la sangre en la tishelina


 
Juan Ochoa López (Lima, 1965 - 2020)

Juan Santos Atahualpa, pintura de Etna Velarde