caudaloso Dios de lo profundo
Eterno,
vital, letal y sexual
Padre Amazonas,
reencontrado gigante
Inigualable
Cuerpo de arteria oscura,
que ahoga toda la muerte,
que procrea el latido acuoso
del planeta
Hacedor de diluvios y delfines
Músculo
transformado en agua,
leyenda convertida en nada
Todo lo abarcas,
nadie podría interrumpir tu furia,
tu descomunal ternura,
tu diario acto de amor sobre la selva
Que sin ti sería una rosa
Triste y muerta.
Juan Ochoa López
Río Amazonas, Loreto, octubre de 2008